Robé al hombre de mi hermana embarazada

  • hace 4 años
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¡Hola a todos! Mi nombre es Andrea, y tengo diecisiete años. Esta historia tendrá dos protagonistas, y la segunda es mi hermana mayor. Se llama Diane, y tiene diecinueve años. Ya sabes... ¡simplemente la ODIO! Diane nunca fue una buena hermana para mí, y finalmente le pagué por eso. Pero eso no es todo. La parte más impactante es que, debido a ella, ahora tengo que casarme para cuidar a su bebé.
Bueno, primero déjame explicarte por qué la odio tanto. Diane es solo dos años mayor que yo y no tenemos otros hermanos, por lo que tuvimos que pasar mucho tiempo juntas en nuestra primera infancia e incluso más tarde. Sin embargo, nunca fuimos cercanas. Cuando éramos niñas, nos hacíamos toda clase de cosas desagradables, como arrancar la cabeza de las muñecas o estropear los vestidos, y también competíamos por quién recibiría un mejor regalo de cumpleaños de nuestros padres. Ellos, sin embargo, entendieron lo que estaba sucediendo y siempre nos dieron regalos similares. Básicamente nunca jugamos juntas. Pero cuando nos convertimos en adolescentes, fuimos a la misma escuela, y tuvimos que pasar el rato con el mismo círculo de amigos. No tuvimos más remedio que aprender a tolerarnos de alguna manera. Nuestros padres vieron lo que estaba pasando entre nosotras y, con la esperanza de que finalmente nos acercáramos más, nos permitieron celebrar fiestas en casa, a las que podíamos invitar a amigos y conocidos mutuos. Sin embargo, esas fiestas nunca se volvieron locas: nuestros padres siempre fueron estrictos y bastante conservadores.

Y, hace unos tres años, mi hermana y yo tuvimos una de esas fiestas en casa. Diane invitó a algunos de sus amigos que eran mayores que yo, yo invité a algunas chicas de mi edad, y también había muchos chicos de nuestra escuela. Y sí, ÉL estaba entre ellos. De hecho, ÉL era solo un chico de quince años, común, del equipo de fútbol de nuestra escuela, pero yo apenas tenía catorce años en ese momento. Era ingenua, y mi corazón estaba intacto. Diane sabía que estaba enamorada. ¡Pero le importaba tan poco que, cuando hizo una apuesta con sus amigos, comenzó con el grupo de chicos al que pertenecía mi enamorado secreto! La apuesta era que, esa noche, Diane le enseñaría a un chico de la "liga junior" a besarse. Y mi único e irrepetible amor, como cualquier adolescente, sucumbió alegremente al hechizo de Diane. Puedes adivinar lo que pasó d

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