Conocí a mi ídolo y fue toda una pesadilla

  • hace 5 años
¡Hola! Me llamo Gina. Y esa soy yo. Y ese es Tom. Es octubre de 2018. Creo que nunca en mi vida he sido más feliz que en esa noche. No me imaginaba que mi felicidad se destruiría horriblemente, y en muy poco tiempo. Pero primero, retrocedamos un poco.

Supongo que muchos de ustedes saben lo que es admirar a alguien. No importa que se trate de un superhéroe de película, un rapero o un jugador de baloncesto. Se siente bien tener a alguien en tu vida que nunca conociste, pero que es como… un miembro de tu familia.
La mayoría de mis amigas tienen a alguien así. Un ídolo, supongo. Yo encontré al mío hace dos años, cuando vi a Tom por primera vez. Tom es un chico de nuestra ciudad que comenzó a tocar música cuando estaba en la secundaria. Al principio se presentaba y cantaba para amigos, pero no tardó demasiado en convertirse en una celebridad local. Es cantante y compositor, y sus canciones son… asombrosas. Al menos eso es lo que yo pensaba.

Cuando mi hermana mayor me llevó a uno de sus shows en 2017, sentí que me había convertido en parte de algo enorme. Estaba de pie entre la multitud, en un pequeño evento de unas 100 personas, sonrojada y sintiendo mariposas en el estómago durante dos horas completas. Fue así como me convertí en una admiradora.

Amaba todo sobre Tom, no me limitaba a su música. Por supuesto, lo seguía en todas sus cuentas en redes sociales, y cada día me convencía más y más de que él era el ser humano perfecto. Tenía dos perros que había salvado de la calle, era vegetariano y hablaba mucho acerca de tratar a las demás personas del planeta con amor y cariño. Aprendía tanto de él a diario que el resto de las personas comenzaron a notar el cambio. Las únicas veces donde perdía todo el amor era cuando alguien insultaba a Tom o su música.

Pronto comprendí que Tom podía alcanzar una fama muchísimo mayor en cualquier momento. Durante muchos años fue solo una estrella local, y si bien todas sus canciones estaban en internet y él intentaba promocionarlas, algo se interponía en el camino, y el salto a la fama demoraba más y más tiempo. Pero… yo estaba orgullosa de que no fuera alguien con millones y millones de fanáticos en todo el mundo. El 99,9 % de ellos nunca conocería a su ídolo, pero yo sabía que era la fanática de Tom más grande de todo el mundo, y que tenía verdaderas chances de conocerlo en persona o convertirme en parte de su equipo, ¡o algo aún más grande que eso! Aunque también me parecían ideas demasiado optimistas de mi parte.

Así que imagina lo bien que me sentí el día que anunció un concurso de videos de fanáticos. La persona que hiciera la mejor versión de una de sus canciones pasaría un DÍA COMPLETO con Tom, y hasta aparecería en su primer video musical. Qué intenso. Por supuesto, me tomé el desafío con mucha seriedad. Mi mamá conoce a una profesora de canto, llegué a tomar un par de lecciones con ella para cantar mejor. Aprendí todos los aco

Recomendada