Un reciente estudio ha revelado que la práctica regular de ejercicio puede reducir el riesgo de desarrollar ansiedad en casi un 60%.
Investigadores suecos analizaron los datos de casi 400.000 personas en uno de los estudios epidemiológicos más amplios realizados hasta la fecha.
Compararon a esquiadores que participaban en una carrera de esquí de fondo de larga distancia con aquellos que no practicaban el esquí.
El grupo con un estilo de vida más activo físicamente tenía un riesgo casi un 60% menor de desarrollar trastornos de ansiedad durante un periodo de seguimiento de hasta 21 año, Martine Svensson de la Universidad de Lund.
Aunque los investigadores se centraron en esquiadores en su estudio, aseguran que cualquier tipo de actividad física puede beneficiar la salud mental.
Esta relación entre un estilo de vida físicamente activo y un menor riesgo de ansiedad se evidenció tanto en hombres como en mujeres.