Alfonso Rojo: "Estos del gobierno PSOE - Podemos, no son mas tontos porque no se entrenan"
- hace 3 años
Las citas ‘secretas’ de Dolores Delgado generan un tsunami en el seno del Gobierno de Pedro Sánchez.
Unidas Podemos, ERC y EH Bildu están coléricos con la Fiscal General del Estado tras su encuentro ‘secreto’ con los periodistas Eduardo Inda y Manuel Cerdán en el discreto ‘picadero’ que su novio, Baltasar Garzón, tiene en el centro de Madrid.
El desconcierto e incomodidad de la extrema izquierda crece al ver que el encuentro ha coincidido con la salida de prisión del excomisario Villarejo.
Una herida que es más profunda en Podemos, que conocieron casi simultáneamente que la Fiscalía del Tribunal Supremo pidió investigar a Pablo Echenique por los ‘tweet’ apoyando a los radicales que protestan para exigir la liberación de Pablo Hasel.
El penoso espectáculo de Delgado
A pesar de que no hay ningún inconveniente en que la Fiscal General del Estado tenga un encuentro con la prensa, lo lógico es que dicho encuentro se realice en un despacho o en la redacción del medio. Sin embargo, la elección de un ‘picadero’ supone un penoso episodio para la democracia española.
Es importante recordar que la exministra socialista de Justicia acudió, sobre las 15 horas, a un pisito cerca a la Puerta del Sol utilizado por Baltasar Garzón (expulsado de la carrera judicial por prevaricar), cuyo bufete defiende a uno de los implicados en la causa de Villarejo: el comisario García Castaño, así como al testaferro de Nicolás Maduro (Alex Saab) y otros narcos y figuras polémicas.
Tras una hora de reunión, Delgado salió 25 minutos después de que abandonaran el piso los periodistas. Correteando como una gallina en un baile, intentó (sin éxito) evitar ser vista junto a sus dos guardaespaldas y un asesor.
El nerviosismo del polémico encuentro quedó reflejado cuando fue la Fiscal General del Estado fue abordada por el periodista y la cámara. Como quedó reflejado en la grabación, la socialista intentó en todo momento evitar ser grabada y se negó a explicar que hacía en aquello andurriales.
Unidas Podemos, ERC y EH Bildu están coléricos con la Fiscal General del Estado tras su encuentro ‘secreto’ con los periodistas Eduardo Inda y Manuel Cerdán en el discreto ‘picadero’ que su novio, Baltasar Garzón, tiene en el centro de Madrid.
El desconcierto e incomodidad de la extrema izquierda crece al ver que el encuentro ha coincidido con la salida de prisión del excomisario Villarejo.
Una herida que es más profunda en Podemos, que conocieron casi simultáneamente que la Fiscalía del Tribunal Supremo pidió investigar a Pablo Echenique por los ‘tweet’ apoyando a los radicales que protestan para exigir la liberación de Pablo Hasel.
El penoso espectáculo de Delgado
A pesar de que no hay ningún inconveniente en que la Fiscal General del Estado tenga un encuentro con la prensa, lo lógico es que dicho encuentro se realice en un despacho o en la redacción del medio. Sin embargo, la elección de un ‘picadero’ supone un penoso episodio para la democracia española.
Es importante recordar que la exministra socialista de Justicia acudió, sobre las 15 horas, a un pisito cerca a la Puerta del Sol utilizado por Baltasar Garzón (expulsado de la carrera judicial por prevaricar), cuyo bufete defiende a uno de los implicados en la causa de Villarejo: el comisario García Castaño, así como al testaferro de Nicolás Maduro (Alex Saab) y otros narcos y figuras polémicas.
Tras una hora de reunión, Delgado salió 25 minutos después de que abandonaran el piso los periodistas. Correteando como una gallina en un baile, intentó (sin éxito) evitar ser vista junto a sus dos guardaespaldas y un asesor.
El nerviosismo del polémico encuentro quedó reflejado cuando fue la Fiscal General del Estado fue abordada por el periodista y la cámara. Como quedó reflejado en la grabación, la socialista intentó en todo momento evitar ser grabada y se negó a explicar que hacía en aquello andurriales.