Alfonso Rojo: «Estos del Gobierno PSOE-Podemos están enfermos de sectarismo y no son más tontos porque no entrenan»
  • hace 3 años
Seguro que están hartos de escuchar esa antigua expresión española de ‘se juntan el hambre con las ganas de comer, para indicar que coinciden las faltas, los pecados o las necesidades de dos personas.

En el caso del Gobierno Sánchez, no es el hambre lo que reúne al líder del PSOE y sus 22 ministros, porque comen opíparamente y a cuenta nuestra, sino el ansia de titulares populacheros y la incompetencia, la ineptitud, el sectarismo y la incapacidad para calibrar las consecuencias de sus acciones.

Hace un par de días, sacaron adelante en el Congreso de los Diputados –con los votos en contra de PP y VOX- una reforma del Código Civil para que los animales sean considerados ‘seres vivos’ y uno, que ha publicado 12 libros, es licenciado en dos carreras y ha viajado por todo el Planeta, pero es más de campo que las amapolas, se pregunta que eran antes.

Esto es chusco, pero supone entre otras cosas que en los casos de divorcio le podrán negar la guarda conjunta de los hijos al padre que le haya pegado una patada al perro.

Y estábamos todavía recuperándonos del susto, cuando aparece Irene Montero, ex pareja de Pablo Iglesias, el que soñaba con azotar a Mariló Montero hasta que sangrara y alardeaba de sus miradas lujuriosas a Rita Maestre, anunciando que el ministerio que le asignaron por vía marital quiere que las empresas vigilen si sus trabajadores pronuncian "comentarios insinuantes", hacen "indirectas" o lanzan "miradas impúdicas".

Al margen de lo que tiene de memez e inquisitorial esa propuesta, uno se pregunta si las “miradas lascivas” no se producen en los ministerios, ni en los ayuntamientos, ni en la sanidad o la enseñanza pública. De nuevo “las empresas” como paradigma de la maldad.

Esta gente está enferma de sectarismo y no es más tonta porque no entrena.

Porque el remate ha llegado con la Ley de Alquileres.

El sanchismo dio hace unas horas un paso de gigante en la degradación populista.

Si la libertad y la propiedad son los dos pilares sobre los que se asienta toda economía de mercado y, por tanto, toda democracia, la desquiciada coalición de progres, atontados, separatistas, caraduras y filoetarras que nos gobierna acaba de asestar a ambos principios una patada de órdago.

No tengo muy claro el impacto económico de la medida o cómo va a influir en el sector inmobiliario o en la inversión extranjera.

Lo que sé, con absoluta certeza, es que no es algo que le hayan colado a Sánchez los rojillos de Podemos, como no le han colado los de Bildu el abrazo a los terroristas etarras o los separatistas de ERC el indulto a los golpistas catalanes.

A este, el de la tesis fake y el jamón pata negra en La Mareta a cuenta del sufrido contribuyente, todas esas ocurrencias que van contra España y los españoles le salen de dentro, porque lo único que le importa es seguir durmiendo en La Moncloa.
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