Alfonso Rojo: “Los rojos de Podemos no se van del Gobierno, ni aunque Sánchez les imponga castigos corporales”
  • hace 2 años
Parece evidente que los Garzón, Belarra, Montero y compinches ya no dan miedo.

La duda, a la vista del papelón que hacen a diario, es si los de Podemos generan más risa o pena.

Ya vimos a esta panda de rojos de pacotilla renunciar a sus promesas de austeridad, cuando saltaron de los pisos VPP a los chalets con piscina, y como se olvidaban de sus condenas al nepotismo, para colocar a cuenta del contribuyente a sus mujeres, maridos, amantes, primos, nueras y cuñados, pero es que ahora se tragan cualquier sapo.

Estoy seguro de que, si el socialista Sánchez da mañana una nueva voltereta y apoya sanciones contra los torturadores chavistas, como ha hecho con el envío de armas a Ucrania o con Marruecos y el Sáhara, tampoco harían nada, a pesar de que deben la existencia al tirano Maduro y se han pasado la vida vociferando el ‘no a la guerra’ y poniendo los ojos en blanco cada vez que hablaban del Polisario.

Es chistoso como terminan aprobando desde la mesa del Consejo de Ministros, y después aplauden sin decoro en el Congreso de los Diputados, lo mismo a lo que se oponían con fervor en campaña electoral. Basta que Sánchez toque el pito.

Se agarran al cargo como guacamayo a la percha y se entiende, porque tiene que ser muy duro abandonar la tarjeta de crédito pública, el coche oficial, los gastos pagados, las comilonas por la cara y los sueldos millonarios, cuando nunca se ha tenido ni oficio ni beneficio.
Si escuchan en las cadenas de televisión hablar de fricciones y posibilidades de ruptura dentro del Gobierno PSOE-Podemos, no hagan ni caso.

A estos rojos no los despegamos de los sillones ministeriales ni con agua caliente. No se van ni, aunque Sánchez comience a darles palizas.

A propósito del socialista Sánchez. Tiene delito que inunden Madrid cientos de miles de agricultores y ganaderos, se pongan huelga los transportistas, se agite nuestra política exterior sin que sepamos que va a hacer Argelia, siga subiendo el precio de la electricidad, se disparen los combustibles y se encarezca dramáticamente la vida y el tipo ni aparezca.

Que todo lo que le preocupe sea darse besos con el francés Macron y salir guapo en las fotos.

Menudo mamarracho.
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