Investigaciones recientes sobre la demencia han identificado factores importantes en el desarrollo temprano de esta enfermedad degenerativa.
El aislamiento social es un factor de riesgo importante para la demencia, ya que los individuos aislados tienen menos estimulación mental en el día a día.
Curiosamente, tanto el trastorno por consumo de alcohol como la abstinencia alcohólica se consideran un riesgo, aunque esto podría deberse a factores ambientales.
Según el estudio, proceder de un entorno socioeconómico bajo y tener una educación formal inferior también son riesgos importantes.
El estrés físico causado por infartos de miocardio, diabetes y accidentes cerebrovasculares también se considera un factor, al igual que el estrés mental debido a la depresión.
Hay cambios en el estilo de vida que pueden hacerse para intentar reducir las posibilidades de contraer la enfermedad.
Entre ellos figuran el ejercicio diario y la mejora de la dieta. Los dietistas afirman que la dieta mediterránea es la mejor para la salud cerebral.