La Unión Europea ha dado un paso histórico al convertirse en el primer organismo internacional que tipifica los delitos ecocidas que dañan el medio ambiente.
Los legisladores aprobaron una actualización de la Directiva de la UE sobre delitos contra el medio ambiente.
En ella se castigan con penas más severas los casos graves de destrucción de ecosistemas, como la pérdida de hábitats y la tala ilegal.
La directiva, que se aprobará formalmente en primavera, pretende explícitamente penalizar las acciones "comparables al ecocidio".
Se trata de cualquier daño generalizado, sustancial, irreversible o duradero a ecosistemas o hábitats significativos, o a la calidad del aire, el suelo o el agua.
La medida sigue la definición de ecocidio propuesta por un grupo internacional de expertos jurídicos en 2021, que está ganando adeptos en las legislaciones nacionales.
La legislación revisada de la UE define las actividades medioambientales cubiertas e introduce nuevas sanciones para particulares y empresas.
También aborda cuestiones como la captación de agua, el reciclado de buques y la contaminación.
Algunos críticos señalan la ausencia de obligaciones para las infracciones cometidas fuera de las fronteras de la UE en nombre de empresas de la UE.
No obstante, la adopción de esta normativa por la UE se considera uno de los esfuerzos más ambiciosos del mundo en la lucha contra los delitos ambientales.