Meta se enfrenta a una demanda federal presentada por decenas de estados de EE.UU., en la que se alega que la empresa engañó al público sobre los riesgos del uso de las redes sociales.
La demanda se centra especialmente en la salud mental de los jóvenes y analiza el impacto de plataformas como Instagram.
"Las empresas de redes sociales, incluida Meta, han contribuido a una crisis nacional de salud mental juvenil y deben rendir cuentas", ha declarado Letitia James, fiscal general de Nueva York.
La demanda afirma que Meta hizo que sus plataformas fuesen adictivas sin desvelar los peligros que corrían a nivel psicológico las personas que las usaban.
También acusa a la empresa de infringir las leyes de protección del consumidor mediante una conducta "engañosa".
La demanda afirma que la recopilación de datos de menores de 13 años infringe la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Internet.
Varios estados solicitan una indemnización por daños y perjuicios y que se ponga fin a las prácticas perjudiciales de Meta.
La demanda afirma que funciones como los "me gusta", las alertas y los filtros fomentan la dismorfia corporal entre los jóvenes usuarios.
Meta ha respondido, expresando su compromiso de crear experiencias en línea seguras para los adolescentes y sus familias.
"Nos decepciona que, en lugar de trabajar de forma productiva con empresas de todo el sector para crear normas claras y adecuadas a la edad para las numerosas aplicaciones que utilizan los adolescentes, los fiscales generales hayan elegido este camino", ha declarado un portavoz de Meta.
Esta demanda forma parte de un desafío legal más amplio contra las redes sociales por su impacto en la salud mental de los jóvenes.