La exposición prolongada a pantallas durante el primer año de vida puede retrasar el desarrollo de tus hijos.
Estas se pueden ver en áreas como la comunicación o la interacción social a la edad de dos años.
Casi la mitad de los niños pasaban menos de una hora al día delante de una pantalla, mientras que el 4,1% pasaba más de cuatro horas delante de estas.
Cuanto más tiempo pasan delante de pantallas, más se retrasa el desarrollo de sus habilidades. Sin embargo, a la edad de cuatro años parece que estos desaparecen.
Este estudio sugiere que una exposición excesiva a las pantallas durante la infancia puede agravar problemas de desarrollo ya existentes.
Los investigadores también reconocen que las pantallas, cuando se utilizan con fines educativos, pueden fomentar las habilidades lingüísticas.
En un mundo saturado de dispositivos electrónicos, los expertos sugieren maximizar los beneficios educativos durante el tiempo delante de una pantalla.