Recupera la movilidad tras un implante de tejido muscular de la espalda en el glúteo

  • hace 8 años
     Barcelona, 22 ago (EFE).- Un equipo multidisciplinar del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona ha practicado una operación pionera en España que ha permitido preservar la movilidad de un paciente con un tumor maligno, al que le extirparon un músculo del glúteo, necesario para caminar, y lo sustituyeron por uno de la espalda.
     La operación, que se practicó el 5 de agosto del pasado año durante ocho horas, tiene un sólo antecedente en el mundo y ha facilitado que el paciente pudiese andar tras tres meses de rehabilitación y que, un año después, ya pueda incluso correr, sin sufrir ningún efecto secundario importante por la extirpación del músculo de la espalda.
     El paciente fue diagnosticado de un sarcoma sinovial, un tumor maligno de las partes blandas muy agresivo, en el glúteo medio, por lo que era necesario extirpar todo el músculo, pieza clave para realizar el movimiento de la pierna para caminar, ya que mantiene la pelvis estable y paralela al suelo, lo que, a la práctica, le obligaría a andar con muletas.
     Un equipo multidisciplinar del Hospital de la Vall d'Hebrón le planteó al hombre que, tras la quimioterapia y la radioterapia, se sometiera a una operación pionera en España, para extraerle un músculo dorsal e implantarlo en la zona del glúteo para que hiciera la misma función que el afectado por el tumor maligno, manteniendo los vasos sanguíneos y el nervio para que se adaptara.
     "Lo importante es el cáncer, lo otro es secundario, pero volver a caminar ayuda mentalmente a plantar cara a la enfermedad", ha comentado ante los periodistas el paciente, un hombre joven y deportista que un año después de la operación no tiene rastros de cáncer y ya puede incluso empezar a correr: "la enfermedad ya no está y vuelvo a hacer vida normal".
     El paciente reconoce que se sintió un poco como un "conejillo de indias" cuando los médicos le plantearon una operación pionera, con ciertos riesgos y compleja, pero un año después se muestra "satisfecho y muy agradecido" porque para él ha sido un "privilegio" ser tratado por unos profesionales de la salud que le han ofrecido este tipo de cirugía para poder mantener la misma vida que tenía.
     El cirujano responsable de la intervención, el doctor Roberto Vélez, ha explicado que su objetivo con esta compleja intervención era, además de extirparle el tumor, que el paciente tuviera la "mejor recuperación funcional" y no sufriera las "secuelas importantes para caminar" que supone la extirpación del glúteo medio.
     Hasta ahora, según Vélez, una de las vías en este tipo de casos consistía en sustituir el músculo extirpado por otros de la zona, que no obstante no tenían la fuerza necesaria para mantener la pelvis estable, por lo que el paciente no podía caminar con normalidad.
     Por este motivo, en este caso optaron por reemplazar el músculo del glúteo por el dorsal ancho, que cuenta con una estructura suficiente para realizar la misma función que el glúteo y que, una vez extirpado

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