¿Qué opinas? - Colombia, a la puerta de apagón

  • hace 8 años
Desde los tiempos del expresidente César Gaviria, cuando Colombia sufrió un apagón que representó millonarios costos, se creyó descartada una etapa similar.

Pero todo indica que Colombia afrontará de nuevo un racionamiento energético. El desbarajuste y la imprevisión en el manejo eléctrico es grande. Desde 2005, los colombianos pagan el “cargo por confiabilidad”, un invento para financiar un colchón de electricidad. Sobre el dinero recaudado, 8 mil millones de dólares, ni el gobierno ni la superintendencia de Servicios Públicos tienen idea del destino.

Lo cierto es que para lo planteado, que las térmicas pudieran producir energía ante una eventualidad, no se usaron o se usaron muy mal. Las plantas de respaldo no sirven, fallaron o no están listas para operar en la actual emergencia. Las grandes empresas generadoras de energía carecen de auditoría o revisión de los niveles de embalse (batimetría), pudiendo declarar niveles agregados de agua mayores a los reales y cobrar por una generación que a veces no existe.

Las hidroeléctricas se han beneficiado en la ruleta de la bolsa, elevando a su antojo el precio de la energía que se transa, sin regulación y con la actuación tardía del gobierno. Colombia pasó a ser comprador de energía de Ecuador, hasta hace poco el cliente, y que es uno de los países suramericanos que más ha incrementado la generación de energía gracias a una adecuada planificación e importantes inversiones en el sector.

Lo que no hizo Colombia. Durante 25 años, la generación, distribución y operación energética ha quedado en manos privadas (ISAGÉN, por ejemplo, vendida a uno solo postor hace pocas semanas), sin control estatal, haciendo del recurso un negocio, y ámbito de corrupción y politiquería. Oscuros intereses tampoco permiten la exploración y uso de energías alternativas, menos contaminantes, de modo serio.

“Si no ahorramos entre 5 y 10 % de energía, en dos semanas habrá cortes”, anunció la nueva Ministra de Minas, María Gutiérrez. La crisis ya cobró la cabeza del anterior ministro. Las plantas generadoras de energía en Colombia, tanto las térmicas como las hidroeléctricas, afrontan uno de los peores momentos.

El verano afectado por el fenómeno climático conocido como “El Niño”, ha ocasionado un fuerte descenso en los niveles hídricos, y las casi 30 hidroeléctricas en operación, que cubren el 75% de la demanda energética, ahora aportan menos del 50 % del servicio.

Un incendio en la hidroeléctrica de Guatapé (que sólo se reactivará po completo en septiembre y que a su vez afectó las hidroeléctricas de San Carlos, Jaguas y Playas) y averías en Termoflores, la segunda térmica del país, agravan la situación. Por estos daños, el Sistema Interconectado Nacional deja de recibir 21 gigavatios/hora. La demanda de energía del país es de 190 GWh.

Se suponía que las termoeléctricas suministrarían el 30 % de la electricidad requerida, pero no fue así. A esto se suma la sorpresiva falta de gas, el combustible más barato que usan las plantas para prender y entregar la energía.

Colombia pasó de pronto de ser un gigante regional en materia energética, incluido el gas, a ser insignificante. También, tuvo impacto el cierre de la frontera con Venezuela que incrementó el consumo de combustibles en la zona, donde el estado colombiano se había acostumbrado a la economía parasitaria existente.

A fines de 2015, el Gobierno vislumbró la inminente crisis y decidió lo que algunos consideraron injusto y arbitrario con los consumidores: Subir las tarifas, medida que afecta en especial a las familias de bajos ingresos. Ahora enfrenta los aprietos utilizando las plantas de Termocandelaria y Termodorada, con lo que apenas obtendrá 8 GWh, e importando inicialmente 7GW por día de Ecuador.

El presidente Santos llama a ahorrar agua y energía, y se propone un cambio en el uso horario. Ante adversidades como esta, cobra vigencia el planteamiento de la UNASUR, que en su fomento de los procesos de integración ha propuesto crear una Bolsa de Energía Latinoamericana, para p

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