Unos 130 cuadros de Ramon Casas se exponen en el Museo del Modernismo en Barcelona

  • hace 8 años
Barcelona, 9 mar (EFE).- Unos 130 cuadros del pintor modernista Ramon Casas se reúnen desde hoy y hasta mayo en el Museo del Modernismo de Barcelona en la exposición "Ramon Casas. La vida moderna", con la que se abre el Año Casas, que conmemora el 150 aniversario de su nacimiento.
De las 130 obras, solo una treintena proceden de los fondos propios del museo, y el resto provienen de otras instituciones públicas y coleccionistas privados, y entre las piezas figuran algunas inéditas.
Inédito es un dibujo preparatorio en el que aparece Pere Romeu, el propietario del café modernista Els 4 Gats, que "sirvió para un cartel y que ha sido localizado en una colección particular de Madrid"; o un cartel de Neumáticos Klein, que se conocía por postales y que se ha encontrado en la fábrica, en Segovia.
Siguiendo el orden cronológico, en una primera sección se ve la obra iniciática del Casas joven, el artista que con solo quince años emprendió uno de sus numerosos viajes a París.
En esta primera época pinta diversos cuadros con escenas de la vida cotidiana, protagonizados en muchas ocasiones por su hermana Elisa, en los que se adivina su casa natal, en la calle Nou de Sant Francesc de Barcelona, como en "Cosiendo. Mujer con vestido rojo" (1889), "Dama en Montmartre" (1891), "La mandra" (1901) o "Petra. Examen de conciencia" (1890).
El cartel es también protagonista de este primer bloque temático, con ejemplos tan célebres como "Lola Plumet" -Codorniu, 1898-, o los del Anís del Mono, los Cigarrillos París o los chocolates de la Casa Amatller.
El cronista de una época aflora en obras como "Preparación de la corrida" (1911), la monumental "Entrada a la plaza de toros de Madrid" (1886), "Alfonso XIII inaugura las regatas" (1888), "El entierro de Raimon Casellas" (1910) o "Pla del Palau" (1889), un estudio previo para el fondo que pintó en "La carga", uno de sus cuadros más emblemáticos.
Otra sección se ocupa de la complicidad y afición de Casas por el ciclismo y el automovilismo, "el primero arquetipo de una sociedad finisecular conservadora y anclada en la tradición, y el segundo, símbolo de la nueva era que alumbra el cambio de siglo.
Ilustran esta dedicación óleos como "El descanso de los ciclistas" (1886), "El automóvil" (1896) o "Crucero" (1908).
La mujer moderna también es protagonista como en el dibujo de una mujer conductora en "El deseo de un feliz año" (1903), de la serie "Chauffeuses", en el que sujeta una pequeña copa de vermut y que fue el original del último facsímil de la revista Pèl & Ploma; o en el cartel "Pneu Klein" (1907) o en las acciones de Hispano Suiza.
Tras el título genérico "Pèl & Ploma", la exposición muestra ejemplares de las tres publicaciones artísticas con las que Casas tuvo mayor implicación: "Quatre Gats", "Pèl & Ploma" y "Forma".
La parte final de la exposición se recrea en las chulas y manolas que Casas retrató como estereotipos femeninos desde 1896, siempre cubiertas con mantones y pañuelos en la cabeza o en el cuello

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