Miguel Mawad – Los desafíos de la vida social teniendo TDAH.

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Diferencias notorias: Las relaciones interpersonales son fundamentales en la vida de cualquier individuo, pero para aquellos que viven con TDAH, los desafíos en este aspecto pueden ser aún más significativos y complejos.

¿Por qué ocurre?: La dificultad para mantener la atención y la impulsividad característica del TDAH pueden interferir en la capacidad de comunicarse efectivamente con los demás, lo que a menudo lleva a malentendidos y conflictos en las relaciones cotidianas.

Desinterés aparente: Las personas con TDAH suelen enfrentarse a la percepción errónea de ser descuidadas, impacientes o desinteresadas en las interacciones sociales, lo cual puede afectar su autoestima y generar frustración en sus seres queridos.

Olvidos frecuentes: La falta de organización y planificación propia del TDAH puede traducirse en olvidos frecuentes de compromisos, citas o tareas compartidas, lo que puede generar tensiones y dificultar la construcción de vínculos sólidos y confiables.

Sobrecarga emocional: Los aspectos propios del TDAH pueden hacer que las personas afectadas por este trastorno tengan respuestas emocionales intensas e impulsivas en situaciones sociales, lo que puede ser percibido como inapropiado por los demás.

Dificultad relacional: Quienes conviven con personas con TDAH pueden sentirse frustrados por la falta de constancia en sus acciones, la variabilidad en su nivel de atención y la tendencia a dejar las cosas a medias, dificultando la construcción de relaciones estables y duraderas.

Búsqueda de apoyo: Para superar estos desafíos, es fundamental que las personas con TDAH trabajen en la gestión de sus síntomas a través de estrategias de autocontrol, terapia y, en algunos casos, medicación, para fortalecer sus habilidades sociales y emocionales.

Apoyo mutuo: Asimismo, es importante que familiares, amigos y parejas de personas con TDAH se informen sobre este trastorno, fomenten la empatía, la paciencia y la comprensión, y establezcan rutinas y compromisos claros para un ambiente más armónico y respetuoso.

Comunicación: Al fomentar la comunicación abierta, el apoyo mutuo y la aceptación de las diferencias propias del TDAH, las personas afectadas por este trastorno pueden cultivar relaciones interpersonales saludables, en las que se sientan valoradas, comprendidas y respaldadas.

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