Carlos Alsina vaticina qué pasará con la reforma de la ley de amnistía y las consecuencias no gustarán a los españoles
- hace 3 meses
Tiene clara la jugada del Gobierno Sánchez.
El nuevo chantaje de Juntos por Cataluña al PSOE para conseguir una amnistía a la carta en la que el terrorismo tenga perfecto encaje legal en ella solo puede acabar derivando en un escenario que no gustará a los españoles.
Carlos Alsina, en su monólogo en 'Más de Uno' (Onda Cero) vaticina que no habrá nadie que quede sin amnistiar porque las famosas líneas rojas que había establecido el PSOE acaban de quedar difuminadas:
Lo que no sabemos es a quién no se quiere amnistiar. Las excepciones que, en teoría, se establecen, las líneas rojas que habría dicho Puente, ¿a quién se supone que afectan? ¿Quién se queda fuera? Respuesta: nadie.
Exigió al Ejecutivo sanchista que le diese un solo caso de alguien que ahora mismo quedase fuera de la amnistía:
Diga el gobierno un caso, sólo uno, de persona que pueda llegar a ser condenada por terrorismo y que no esté amparada por esta amnistía. No hay. Porque nadie que delinquiera entre 2011 y 2024, por grave que fuera su delito, dejará de ser amnistiado siempre que cometiera sus delitos a mayor gloria del procés.
Ironizó con esa variante del 'terrorismo bueno' que ha asumido como tesis válida La Moncloa:
¡Es que cometió terrorismo! Ya, pero sin intención directa de violar gravemente los derechos humanos. Pudo tener intención indirecta, o pudo violar levemente los derechos humanos. Pero amnistiados, es decir, impunes quedarán todos.
Carlos Alsina lamentó el hecho de que la goma de los escándalos se haya estirado tanto que este hecho en sí ya sea perfectamente naturalizado, a excepción de unos ciudadanos que observan esto con verdadera preocupación:
Ingeniería legislativa a la carta, y presumiendo de ella, pactada con beneficiarios que tienen nombre y apellidos. Esto, en otros tiempos, y sin necesidad de amnistía, ya habría sido en sí mismo un escándalo. También, o sobre todo, para los dos jueces que hoy son ministros. El departamento creativo del Palacio de la Moncloa ha inventado el novedoso concepto europeo del terrorismo poco grave y amnistiable.
El nuevo chantaje de Juntos por Cataluña al PSOE para conseguir una amnistía a la carta en la que el terrorismo tenga perfecto encaje legal en ella solo puede acabar derivando en un escenario que no gustará a los españoles.
Carlos Alsina, en su monólogo en 'Más de Uno' (Onda Cero) vaticina que no habrá nadie que quede sin amnistiar porque las famosas líneas rojas que había establecido el PSOE acaban de quedar difuminadas:
Lo que no sabemos es a quién no se quiere amnistiar. Las excepciones que, en teoría, se establecen, las líneas rojas que habría dicho Puente, ¿a quién se supone que afectan? ¿Quién se queda fuera? Respuesta: nadie.
Exigió al Ejecutivo sanchista que le diese un solo caso de alguien que ahora mismo quedase fuera de la amnistía:
Diga el gobierno un caso, sólo uno, de persona que pueda llegar a ser condenada por terrorismo y que no esté amparada por esta amnistía. No hay. Porque nadie que delinquiera entre 2011 y 2024, por grave que fuera su delito, dejará de ser amnistiado siempre que cometiera sus delitos a mayor gloria del procés.
Ironizó con esa variante del 'terrorismo bueno' que ha asumido como tesis válida La Moncloa:
¡Es que cometió terrorismo! Ya, pero sin intención directa de violar gravemente los derechos humanos. Pudo tener intención indirecta, o pudo violar levemente los derechos humanos. Pero amnistiados, es decir, impunes quedarán todos.
Carlos Alsina lamentó el hecho de que la goma de los escándalos se haya estirado tanto que este hecho en sí ya sea perfectamente naturalizado, a excepción de unos ciudadanos que observan esto con verdadera preocupación:
Ingeniería legislativa a la carta, y presumiendo de ella, pactada con beneficiarios que tienen nombre y apellidos. Esto, en otros tiempos, y sin necesidad de amnistía, ya habría sido en sí mismo un escándalo. También, o sobre todo, para los dos jueces que hoy son ministros. El departamento creativo del Palacio de la Moncloa ha inventado el novedoso concepto europeo del terrorismo poco grave y amnistiable.