La purga a Nicolás Redondo arrastra a María Jesús Montero: Su gran mentira solo tarda cuatro días en desmoronarse
- hace 9 meses
La purga del PSOE a Nicolás Redondo está arrastrando consigo a María Jesús Montero.
La ministra de Hacienda y Función Pública y vicesecretaria general del PSOE mintió sin pestañear ante los medios de comunicación el pasado 11 de septiembre, cuando aseguró que su partido era tolerante con las críticas de los históricos dirigentes socialistas ante una posible amnistía a los implicados en el procès.
En concreto, María Jesús Montero se refirió al caso del exnúmero dos del partido, Alfonso Guerra, por lo que aseguró que en el PSOE actual "el que se mueve sí sale en la foto".
Como si fuera poco, la ministra defendió a Pedro Sánchez y aseguró que se siente "respaldados por los militantes", por lo que tildó de "voces disonantes" las críticas de socialistas como el propio Guerra, el expresidente Felipe González y de exministros y antiguos dirigentes como Nicolás Redondo, Fernando Jáuregui, Jordi Sevilla o Joaquín Almunia entre otros.
Toda una red de mentiras que solo tardó cuatro días es desmoronarse. No en vano, la ministra socialista justificó este 15 de septiembre la expulsión de Nicolás Redondo de su partido.
“Uno puede expresar con todo el respeto y discrepancia, pero cuando uno llega a falta de respeto” ya no hay un pase, ha expuesto Montero en una entrevista en RNE en la que ha remarcado que el PSOE es una “partido unido y cohesionado”.
La 'número dos' del PSOE intentó salvar los muebles al asegurar en que se puede discrepar y que “cada uno diga” lo que estime, pero, en el caso de Redondo, cuando de “forma clara y reiterada” ha expresado su «controversia» y defendido una “posición contraria”, “no hay ninguna duda” para proceder a su expulsión.
Además, ha explicado que la pertenecia un partido se hace de forma voluntaria, pero que para estar en la organización hay unos códigos de respeto a las siglas y que estas se aplican “igual que a cualquier otro militante”.
Es importante recordar que Montero ha sido la primera dirigente socialista en reaccionar tras conocerse la decisión del Comité Ejecutivo Federal, quien comunicó la expulsión del histórico líder socialista vasco Nicolás Redondo tras sus recientes declaraciones contra Pedro Sánchez y una posible ley de amnistía para los condenados del 'procés'. Desde el PSOE, no obstante, argumentaron “reiterado menosprecio a las siglas”.
La ministra de Hacienda y Función Pública y vicesecretaria general del PSOE mintió sin pestañear ante los medios de comunicación el pasado 11 de septiembre, cuando aseguró que su partido era tolerante con las críticas de los históricos dirigentes socialistas ante una posible amnistía a los implicados en el procès.
En concreto, María Jesús Montero se refirió al caso del exnúmero dos del partido, Alfonso Guerra, por lo que aseguró que en el PSOE actual "el que se mueve sí sale en la foto".
Como si fuera poco, la ministra defendió a Pedro Sánchez y aseguró que se siente "respaldados por los militantes", por lo que tildó de "voces disonantes" las críticas de socialistas como el propio Guerra, el expresidente Felipe González y de exministros y antiguos dirigentes como Nicolás Redondo, Fernando Jáuregui, Jordi Sevilla o Joaquín Almunia entre otros.
Toda una red de mentiras que solo tardó cuatro días es desmoronarse. No en vano, la ministra socialista justificó este 15 de septiembre la expulsión de Nicolás Redondo de su partido.
“Uno puede expresar con todo el respeto y discrepancia, pero cuando uno llega a falta de respeto” ya no hay un pase, ha expuesto Montero en una entrevista en RNE en la que ha remarcado que el PSOE es una “partido unido y cohesionado”.
La 'número dos' del PSOE intentó salvar los muebles al asegurar en que se puede discrepar y que “cada uno diga” lo que estime, pero, en el caso de Redondo, cuando de “forma clara y reiterada” ha expresado su «controversia» y defendido una “posición contraria”, “no hay ninguna duda” para proceder a su expulsión.
Además, ha explicado que la pertenecia un partido se hace de forma voluntaria, pero que para estar en la organización hay unos códigos de respeto a las siglas y que estas se aplican “igual que a cualquier otro militante”.
Es importante recordar que Montero ha sido la primera dirigente socialista en reaccionar tras conocerse la decisión del Comité Ejecutivo Federal, quien comunicó la expulsión del histórico líder socialista vasco Nicolás Redondo tras sus recientes declaraciones contra Pedro Sánchez y una posible ley de amnistía para los condenados del 'procés'. Desde el PSOE, no obstante, argumentaron “reiterado menosprecio a las siglas”.