Alfonso Rojo: “El ‘paquete’ de Mollejo, los güevos de Aznar, las pelotas del PP y bolas de Sánchez”
  • hace 7 meses
Este país, llamado España, es de coña.
Víctor Mollejo, centrocampista cedido por el Atlético de Madrid al Zaragoza, se enfrenta a una sanción de 10 partidos, por la ostentosa forma en que celebró un gol durante un partido de fútbol.
El joven Mollejo, que ha sido ya obligado por la Policía Moral del Régimen a comparecer ante las cámaras, flagelarse y pedir disculpas, se agarró exultante el ‘paquete’, tras marcarle al Cartagena.
Antes de seguir, debo recalcar que la costumbre masculina de tocarse en público los genitales se remonta a los tiempos pretéritos, cuando el varón no llevaba calzoncillos y ni sabía lo que eran.
El ‘rascado’ o ‘tocamiento’ tiene diferentes modalidades y depende mucho del entorno y la personalidad del protagonista.
Va del ‘acomodamiento general’ al ‘pellizco’, pasando por la exhibición desafiante de masculinidad, que fue lo de Mollejo.
Se puede hacer a una mano o dos, que es todavía más ordinario. El calvo Mollejo lo hizo a una.
De poco le va a servir al futbolista haber salido contrito en la tele, porque con la cónyuge del que se ponía como un mandril, imaginando que azotaba a Marilo, en el Ministerio de Igualdad, y con el felón Sánchez en La Moncloa, tocarse los ‘güevos’ en un evento deportivo se tipifica como ‘delito mortal’, en esta España donde los herederos de los asesinos etarras gozan de Grupo en el Congreso de los Diputados y los golpistas catalanes deciden el nombre del presidente del Gobierno.
Siguiendo con el pitorreo, tenemos también a la manchega Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno Frankenstein, tachando de golpista a Aznar en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, mientras Sánchez prepara la amnistía de Puigdemont, que es un golpista auténtico y contumaz.
Aznar es descalificado y vituperado porque osa pedir a los españoles que se movilicen contra el conchabeo con los sediciosos y las ilegalidades que alista el jefe del PSOE.
Por si eso fuera poco, acaban de beneficiar penalmente a uno de los energúmenos de la ‘Manada de Sanfermín’ y nadie se manifesta o protesta, porque la rebaja es consecuencia de la 'ley provioladores’, promulgada al alimón por la banda de Irene Montero y la de Sánchez.
Y en medio del vodevil, con una candidez de monjas ursulinas, el PP permite que los socialistas cedan irregularmente senadores a los separatistas de Junts, a los peseteros del PNV y a los sectarios de Sumar, para que a nadie le falte grupo parlamentario, en esa tropa infame.
El préstamo de senadores es una indecencia democrática, se mire por dónde se mire, por lo que los populares, intentando compensar, han colocado a los de Bildu y ERC dentro de la bancada del PSOE, con la finalidad de que, de la manera más gráfica posible, se escenifique el compadreo de Sánchez con los enemigos de España.
Un pellizco de monja, que deja en evidencia el escaso espíritu combativo que tiene el PP, en cuyas filas se alababa ayer la llamada a la movilización ciudadana hecha por Aznar, puntualizando que ellos no la promoverán oficia
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