Alfonso Ussía se cachondea de Irene Montero por su «guarrada» en el Congreso: «Eso no se hace, princesa»
  • el año pasado
Durante la moción de censura que se llevó a cabo durante el pasado martes y miércoles en el Congreso de los Diputados, además del intento del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez de transformar el acto en un mitin de campaña también hubo un hecho que pasó por alto: la ministra de Igualdad, Irene Montero, comiendo en mitad de la sesión.

Alfonso Ussía le dedica su columna de este viernes 24 de marzo de 2023 en El Debate, a esta anécdota perpetrada por 'la masticadora' en la sesión Parlamentaria del pasado martes.

Montero fue captada masticando frutos secos durante el discurso de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Quizá sea que no desayunó o quizá que el discurso de la candidata de Sumar -y quién sabe si de Podemos- le causaba aburrimiento, lo cierto es que fue captadas por las cámaras, masticando «con la boca abierta», como destaca con una rima «involuntaria».

«Con la boca abierta y emitiendo ruidos salivares de muy complicada aceptación. Parece mentira que a una respetable dama, una ministra del Gobierno, un ejemplo de garbo, finura y estilo como Irene Montero, se le olvidara clausurar el buzón mientras masticaba las nueces de Garzón, que me ha salido involuntariamente con rima.

Ese masticar con la boca abierta mientras atendía el discurso de su amiga Yoli la Empalagosa, ese ruido constante que procura todo desmenuzamiento dental de un fruto seco mostrando a los diputados enfrentados a su escaño las consecuencias de sus trituraciones nogaleras, me causó una gran decepción».

Para el escritor, la decepción es doble primero porque «lo de comer nueces con la boca abierta en un Parlamento es de una ordinariez en una mujer que vive en chalé con piscina y barbacoa». Y segundo, porque al ver la boca abierta de Irene Montero, «mostrando su engrudo de nueces», fue una imagen «tan repulsiva como nauseabunda».

Por último, Ussía se cachondea de Montero asegurando que nunca aceptaría una invitación para comer con ella:

«Esas guarraditas no se hacen, princesa. Jamás aceptaré una invitación suya para comer. ¡Ále!»
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