Las carreras de autos han llevado a muchos a la fama. Pero, también se cobran numerosas víctimas. Algunos apasionados llegan a montar motores de avión en autos de carreras. Ya en 1935 el británico Malcolm Campbell alcanzó los 484 km/h.

Desde la invención del automóvil se vienen realizando vertiginosas carreras para ver quién es el más rápido. El 28 de enero de 1938 tuvo lugar un legendario duelo en Alemania entre los fabricantes Mercedes-Benz y Auto-Union para lograr un nuevo récord mundial de velocidad. Rudolf Caracciola, piloto de Mercedes, estableció con su aerodinámico modelo la plusmarca mundial en 432 km/h. Cuando le llegó el turno a Bernd Rosemeyer, sucedió un fatal accidente. En el kilómetro 9,2 de la prueba, Rosemeyer perdió el control de su auto, dio varias vueltas de campana y salió despedido de la cabina abierta, muriendo en el acto. ¿Cuál fue la causa del accidente? ¿Un fallo técnico? ¿Una ráfaga de viento? El régimen nazi consideró a Rosemeyer, miembro de las SS, un héroe nacional, empleando su muerte como gesta con fines propagandísticos. Sin embargo, guardaron un obstinado silencio sobre la investigación del accidente.