Alfonso Rojo: “Pablo Iglesias cobraba de los ayatolás que van a ahorcar a un futbolista rebelde"
  • el año pasado
No sé si saben que los ayatolás iraníes pagaron durante mucho tiempo el teléfono de Pablo Iglesias.
Financiaron también y al alimón con los torturadores chavistas la televisión del cónyuge de Irene Montero y el lanzamiento de Podemos en España.
¿Por qué recuerdo esto ahora?
Pues porque en Irán ha sido condenado a muerte el futbolista Amir Nasr-Azadani, por apoyar las protestas en favor de los derechos de las mujeres en su país.
Amir, que tiene 26 años, ha sido acusado, por los mismos fanáticos que daban dinero a Iglesias, Monedero y compañía, de 'moharebeh', es decir, 'enemistad con Alá', delito que conlleva la ejecución en la horca.
Si Alá no lo remedia, los amigos de Podemos lo colgaran de una grúa, como ya han hecho con otros dos jóvenes condenados por el mismo ‘pecado’.
Esto sucede apenas dos semanas después de que el Ministerio de Igualdad de Irene Montero lanzara, con nuestro dinero, una campaña publicitaria en la que se tacha de ‘discriminación racista’ el rechazo del velo islámico.
Haciéndome eco de los innumerables mensajes que me llegan por Whatsapp, propongo desde aquí que el próximo viaje en Falcón que hagan Montero y las de la ‘Banda de la Tarta’ sea a Teherán y que en esta ocasión inviten a la excursión a su camarada Rita Maestre.
Como parte de la juerga, Rita y su panda podrían entrar teta al descubierto en alguna mezquita de la capital iraní y gritar algo parecido a ‘arderéis como el 36’, para celebrar el duodécimo aniversario de la proeza que hicieron en su día en una capilla de la Universidad Complutense.
No les digo lo que les iba a pasar.
Antes de concluir, dos apuntes breves.
El primero es que los golpistas catalanes socios de Sánchez ya le han subido el listón al líder del PSOE y hasta se cachondean de él.
He escuchado esta mañana a Patricia Plaja, portavoz de la Generalitat de Cataluña, vaticinar que Sánchez cambiará la Constitución Española, para que ellos puedan hacer un referéndum a su gusto.
Textualmente ha dicho la tal Plaja:
“Estamos muy acostumbrados a que el Gobierno diga siempre ‘no’ en un principio. También recibimos un ‘no’ a los indultos, a la eliminación del delito de sedición o a la reforma del de malversación. Han dicho ‘no’ a muchas cosas que después han pasado”.
Lo tremendo es que tiene razón.
El segundo apunte tiene que ver con la caradura de Emiliano García-Paje, presidente socialista de Castilla-La Mancha, quien ha salido con cara de perro apaleando para decir que le parece muy mal que se modifiquen las leyes para favorecer a golpistas y corruptos, como está haciendo Sánchez.
Si Page fuera sincero y le preocupase la Democracia Española mas que sus posaderas, habría instando a los nueve diputados del PSOE de Castilla-La Mancha en el Congreso a votar ‘no’ a la reducción de las penas por malversación y sedición.
No lo hizo, ni lo hará y, como el aragonés Lambán, no tardará en aparecer lloroso, pidiendo perdón a Sánchez y diciendo que se ha equivocado, para que el tirano de la Moncloa lo mantenga en
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