Como heredera al otro, la princesa Leonor, de la misma forma que su madre, está destinada a lucir todas las piezas de incalculable valor que componen el joyero de la Corona española: tiaras de diamantes, juegos confeccionados en rubíes, esmeraldas, perlas... Sin embargo, la joven ha empezado a configurar su propia lista de joyas con piezas muy discretas de escaso valor económico pero de un gran significado. En 2012, con 6 años, Leonor decidió perforarse las orejas y desde entonces ha lucido varios pendientes que incluso ha compartido con doña Letizia. GTRES Hasta hoy hemos contabilizado un total de 7 pares de pendientes diferentes. Los primeros que llevó fueron unos brillantes cuadrados, también cayó rendida a los clásicos ositos de Tous que cambió por otros en forma de flor. Después optó por una sencilla bolita de oro amarillo y el día de su Primera Comunión estrenó unos diamantes con motivos florales.  GTRES Entrada en la adolescencia estrenó unos coquetos aros de oro inspirados en c