Alfonso Rojo: “Es más probable la resurrección de Franco, que Sánchez y el PSOE vuelvan a la vida democrática”
- hace 2 años
No se engañen y sobre todo, no dejen que les tomen el pelo esos de RTVE, LaSexta, la Cadena SER, El País y los tertulianos de la ‘Brunete Pedrete’.
A pesar de lo que ha soltado Pedro Sánchez desde la tribuna del Congreso, con esa voz engolada que usa para lanzar mentiras, la cruda realidad es que el Estado de la Nación española es… ¡crítico!
Estamos fatal. Y no sólo en empleo, precios, deuda o inflación.
Más allá de la economía, van de pena nuestras libertades, la Educación de nuestros hijos y hasta la separación de poderes esencial en toda democracia.
Y el principal culpable de este desastre se apellida Sánchez y tiene detrás, arropándole, un partido llamado PSOE, que produce tanto asco como vergüenza.
Miren…a estas alturas, es más sencillo que Franco resucite en el Cementerio de El Pardo, que el líder del PSOE y su sumiso partido, salgan de esa fosa séptica en la que se han sumergido abrazados a los golpistas catalanes, los proetarras vascos y los chavistas hispanos.
Nada de lo que Sánchez haga, diga, intente o perpetre va a servirle.
Este tipo, su corte de 22 ministros, sus presidentes autonómicos y esa panda de viejos socialistas dedicados a forrarse, están llevando a España a la quiebra.
La gente, en millones de hogares españoles, suda y no sólo por el calor, sino porque no llega a fin de mes. Todo son impuestos y ocurrencias.
Pero tenemos dinero para que Irene Montero y sus gorronas gasten 250.000 euros en un viaje de placer a Nueva York. Tenemos dinero para subvencionar chiringuitos socialistas, comunistas, podemitas y separatistas.
Tenemos dinero para recolocar a los asesinos etarras que salen de la cárcel.
Y a eso se suma la quiebra de los valores constitucionales, el blanqueamiento del independentismo, el acoso a la Monarquía, la reactivación del guerracivilismo y unas propuestas culturales más propia del régimen norcoreano que de una democracia occidental.
Sánchez, que ha tenido más recursos económicos que nadie gracias a los Fondos Europeos, la suspensión de las reglas monetarias y la enorme recaudación fiscal, se ha revelado como un inepto y hoy es un político moribundo que se va descomponiendo.
Lo único que nos falta es enterrarlo y pronto, para que no huela.
A pesar de lo que ha soltado Pedro Sánchez desde la tribuna del Congreso, con esa voz engolada que usa para lanzar mentiras, la cruda realidad es que el Estado de la Nación española es… ¡crítico!
Estamos fatal. Y no sólo en empleo, precios, deuda o inflación.
Más allá de la economía, van de pena nuestras libertades, la Educación de nuestros hijos y hasta la separación de poderes esencial en toda democracia.
Y el principal culpable de este desastre se apellida Sánchez y tiene detrás, arropándole, un partido llamado PSOE, que produce tanto asco como vergüenza.
Miren…a estas alturas, es más sencillo que Franco resucite en el Cementerio de El Pardo, que el líder del PSOE y su sumiso partido, salgan de esa fosa séptica en la que se han sumergido abrazados a los golpistas catalanes, los proetarras vascos y los chavistas hispanos.
Nada de lo que Sánchez haga, diga, intente o perpetre va a servirle.
Este tipo, su corte de 22 ministros, sus presidentes autonómicos y esa panda de viejos socialistas dedicados a forrarse, están llevando a España a la quiebra.
La gente, en millones de hogares españoles, suda y no sólo por el calor, sino porque no llega a fin de mes. Todo son impuestos y ocurrencias.
Pero tenemos dinero para que Irene Montero y sus gorronas gasten 250.000 euros en un viaje de placer a Nueva York. Tenemos dinero para subvencionar chiringuitos socialistas, comunistas, podemitas y separatistas.
Tenemos dinero para recolocar a los asesinos etarras que salen de la cárcel.
Y a eso se suma la quiebra de los valores constitucionales, el blanqueamiento del independentismo, el acoso a la Monarquía, la reactivación del guerracivilismo y unas propuestas culturales más propia del régimen norcoreano que de una democracia occidental.
Sánchez, que ha tenido más recursos económicos que nadie gracias a los Fondos Europeos, la suspensión de las reglas monetarias y la enorme recaudación fiscal, se ha revelado como un inepto y hoy es un político moribundo que se va descomponiendo.
Lo único que nos falta es enterrarlo y pronto, para que no huela.