El día que Rayados pagó 400 mil dólares por devolver al refuerzo
  • hace 2 años
Los meses de mayo y junio son tiempos de contrataciones, en los que suele destacarse la contratación 'bomba' en el mercado de transferencias, de las cuales no se olvida la que Rayados negoció en el año 2000, en el Draft donde Cesáreo Victorino se trataba de la adquisición más cara, en 3.8 millones de dólares. Gilberto Lozano, presidente del Monterrey, en aquel entonces, revela a mediotiempo que el acuerdo fue realmente por 3.5 mdd, pero él no se encontraba en el país y al enterarse de este costo, aunado a que el jugador no pasó las pruebas médicas al tener una lesión congénita, según los resultados obtenidos por el club, decidieron regresarlo a su club de origen. El volante mexicano pertenecía a Tecos de la UAG, quienes iban a llevarse a sus bolsillos esa cantidad millonaria, pues con Pachuca sólo estaba en calidad de préstamo; sin embargo, al querer la Pandilla deshacer ese acuerdo de compra, tuvo que pagar una penalización. Para Lozano, esa lesión en la columna ya la sabía el representante de Victorino, por lo que considera hubo corrupción en esa negociación, donde habló con los directivos del Pachuca, quienes le aseguraron no haber estado enterados de la situación. Después de esto, el directivo de los regios pidió que se hiciera como regla en el futbol mexicano, que no se pudiera oficializar ningún fichaje sin antes pasar el examen médico y físico, algo que se hace en la actualidad. Victorino, quien ya hasta se había puesto la playera de Rayados, regresó al Pachuca, y al año siguiente, previo al Invierno 2001, fue adquirido por Cruz Azul, equipo que lo quiso en el Draft del 2000, pero que el Monterrey le ganó (en vano); al final, se demostró que el jugador podía desempeñarse sin problema, pues incluso siguió su carrera, retirándose hasta 2014 con Puebla. Lozano alega que hay corrupción para enaltecer a los futbolistas y que tengan un mayor precio, subrayando que en ese caso, el representante sabía de la lesión de Victorino.
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