Alfonso Rojo: “Los que instan a Ucrania al martirio, correrían como conejos si España fuera atacada"

  • hace 2 años
La brutal invasión de Ucrania es una tragedia que encoge el alma, pero nos está permitiendo colocar a cada uno en su sitio.

Tenemos, para empezar, a Pedro Sánchez haciendo contorsiones para aparecer como un firme partidario de Occidente en su choque con Putin, mientras sus compinches de Gobierno se manifiestan exigiendo la disolución de la OTAN y el corte de relaciones con Estados Unidos.

Que el socialista Sánchez intente hacer juegos malabares, mostrándose enérgico en Bruselas y antibelicista en Madrid, para no enojar a la patulea de sectarios, proetarras e independentistas que le permite seguir durmiendo en La Moncloa, es grotesco, pero me indigna bastante menos que el cinismo, la miopía y la incoherencia de nuestros medios de comunicación y de la sociedad española en general.

No voy a perder ni un segundo en zarandear al inefable Zapatero, que anda cobrando millones por ahí, proponiendo que cerremos filas con China, la Venezuela chavista y otros malandrines, como no voy a ahondar en el pudridero comunista donde hunde sus raíces Podemos.

Lo que me estremece hoy es ver el fervor con que analistas, columnistas, expertos y gentes de todo pelaje animan al sacrificio a los ucranianos y se deshacen en halagos hacia ese chaval que se inmoló frente a los blindados rusos volando un puente, alaban a los 13 reclutas masacrados por un buque en la Isla de las Serpientes y ensalzan a esa pareja de novios, que apenas casarse y en lugar de iniciar su luna de miel, ha empuñado el fusil kalasnikov y se han ido al frente.

Al margen de que resulta un sarcasmo que los ciudadanos de esta opulenta Europa, que no verterá una gota de sangre por defender a Ucrania, insten con entusiasmo a los ucranianos a volver a su tierra a morir como corderos, produce bochorno que lo hagan quienes no moverían un dedo en defensa de su propia Patria.

Hurgando en las entrañas del CIS he encontrado una encuesta tan reveladora como acongojante.

El sondeo, que lleva el títulode DEFENSA NACIONAL Y FUERZAS ARMADAS y aparece con el número 3110 fue realizado en septiembre de 2015, la época en que Pablo Iglesias iba dando conferencias por las Herrikotabernas y las Universidades, diciendo que la palabra España le daba asco y él no podía utilizar la bandera rojigualda.

Habrá quien diga que ha llovido mucho desde entonces y estoy de acuerdo, puntualizando que ha llovido para peor, porque el caradura de Iglesias ha sido vicepresidente del Gobierno y se ha hecho millonario, mientras el ambiente general se emponzoñaba.

Pues en el sondeo del CIS se pregunta a los encuestados si estarían dispuestos a participar en la defensa de España, si nuestro país fuera atacado militarmente por una potencia extranjera.

¿Saben ustedes cuántos contestan afirmativamente?

Sólo el 17%.

En otras palabras, que 8 de cada 10 españoles, los mismos cobardes que ahora aplauden a rabiar que los ucranianos vayan al martirio, saldrían corriendo como conejos si a Marruecos se le ocurre invadirnos desde el sur.

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