¡Le están cayendo los zascas a pares!

Pedro Sánchez está siendo el protagonista indiscutible de la actualidad política.

Primero con su empeño en indultar a los golpistas catalanes, un tema que lleva varias semanas siendo el caballo de batalla del Gobierno socialcomunista pese a la fuerte oposición en el Congreso y en las calles.

Y ahora está teniendo que guarecerse de otro chaparrón forzado por él mismo, el de la invención de su reunión de 'altos vuelos' con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el 14 de junio de 2021 en la sede de la OTAN.

De hecho, las intervenciones que Pedro Sánchez ha tenido este 16 de junio de 2021 en la sesión plenaria en el Congreso de los Diputados han ido en esa línea.

Aunque el tema central de las preguntas iba relacionado con Cataluña, al inquilino de La Moncloa le han acabado recordando su ridículo planetario intentando recabar unos pocos segundos de atención por parte de su homólogo de la Casa Blanca.

Santiago Abascal, de Grupo Parlamentario VOX, acusaba al jefe del Ejecutivo de haberse atornillado en la poltrona pagando un precio más que elevado:

Señor Sánchez, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar con tal de mantenerse en el poder? Usted ha demostrado que puede llegar hasta donde haga falta, a cualquier mentira, a cualquier traición o a cualquier ridículo. Usted ha demostrado que su único principio es mantenerse en el poder a cualquier precio.

Sobre la cuestión de los golpistas catalanes, Abascal era bien claro:

Ustedes han traicionado a los catalanes que padecieron el golpe de Estado en octubre de 2017 con un indulto no justificado, con un indulto no pedido por los condenados, que no han pedido perdón y que solo han mostrado el propósito de volver a delinquir. Este indulto le sitúa ya no en la ilegitimidad sino directamente en la ilegalidad.

Añadía con sorna que:

Esta pregunta, después de los 30 segundos con Biden y hablando después de cumbre bilateral, imagino que le debe parecer como la Guerra de los 100 años, un suplicio que va a tener que aguantar mientras se atrinchere en el poder a cualquier precio.

Pedro Sánchez no respondía a las cuestiones de su interlocutor, pero sí que volvía con el raca-raca del franquismo:

¿Cuál es su solución para Cataluña? Ya sabemos cuál es la solución del Partido Popular, ninguna. Pero la suya, ¿cuál es? ¿La de hace 80 años?

El presidente de VOX usaba su segundo turno para mofarse de Sánchez y arrancar las carcajadas del hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo:

Nada, señor Sánchez, le prestamos los siete segundos para su próxima cumbre bilateral, que seguro que los aprovecha bien.