The House with Closed Shutters (La casa con las persianas [1910]

  • hace 3 años
Charles Randolph era grandilocuente y altivo, pero sin valor real y, lo que es peor, un gran bebedor. Su hermana Agnes y su madre eran las únicas supervivientes de una antigua y distinguida familia combatiente. Agnes es alegre y adorable, y al comienzo de la Guerra Civil, Charles se deja llevar por el entusiasmo y Agnes lo impulsa y obtiene una comisión en el servicio confederado, siendo asignado al personal del general Lee. Los miembros del mismo regimiento son los tenientes Wheeler y Carter, ambos afables rivales por conseguir la mano de Agnes. La historia comienza con la partida de los muchachos con el regimiento hacia el cuartel general del general Lee, llevándose consigo una gran bandera confederada que Agnes acaba de terminar. En la tienda de Lee, Charles recibe un despacho sellado y es enviado a una misión muy importante. Es una empresa peligrosa, y durante el transcurso del viaje se siente presa del pánico y bebe mucho, con la esperanza de revivir su menguante coraje. Completamente abrumado, corre locamente hacia su propia casa, donde busca esconderse. Allí se emborracha mucho, y Agnes y la madre se horrorizan ante la terrible desgracia que amenaza su apellido. Con un impulso repentino, Agnes decide ponerse el uniforme de Charles y continuar la misión en su lugar, para regresar a tiempo para que él, cuando esté sobrio, pueda regresar para informar al general Lee del resultado. Ella hace el peligroso viaje y entrega el despacho, pero al regreso se ve atrapada en la vorágine de la batalla con su caballo derribado. Ella se imbuye del espíritu del conflicto y, precipitándose hacia el mismo vórtice, pelea como Charles nunca pudo haberlo hecho. En la retirada, la bandera está en peligro de ser capturada, y Agnes, saltando por encima del parapeto, la agarra solo para ser derribada por un obús. Nadie ha sospechado que el valiente soldado fuera otro que Charles, y se envían noticias a la granja de Randolph de su muerte. Al recibir esta información, Charles se da cuenta de lo bajo y despreciable que es, y la madre, apreciando plenamente la espantosa desgracia que sería su exposición, ordena que Charles permanezca para siempre donde está por el bien del apellido y que el mundo ignore que su hermana murió protegiendo a un cobarde. Las contraventanas están cerradas y enrejadas, y todo es misterioso y lúgubre. Al final de la guerra, los jóvenes pretendientes regresan, pero se les dice que Agnes no está para recibir visitas, enloquecida por el dolor por la muerte de su hermano. Año tras año sigue igual. Los constantes pretendientes, envejeciendo, dejan sus tributos florales en la puerta. Dentro de las habitaciones oscurecidas, Charles atraviesa los amargos años desde la juventud hasta la vejez pagando el precio de su cobardía hasta que la muerte, afortunadamente, lo libera.