El tinnitus esta disparado

  • hace 3 años
Los tinnitus o acúfenos son un fenómeno perceptivo que consiste en notar golpes o sonidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa. Afectan a alrededor del 5% de la gente y las causas realmente no se conocen. En algunos casos pueden ser producto de golpes pero no es lo más común. En otros casos pueden ser producto de taponamiento de los oídos o de síndrome de Ménière.1​ También pueden ser causados por situaciones de estrés por estudios, trabajo, entorno familiar, económico, social o exposición a ruido.2​3​4​5​

El término se utiliza para describir cualquier tipo de sonidos que nazcan en los oídos o cabeza y que son audibles solo por la persona afectada. Pueden ser pitidos o zumbidos que a veces son pulsátiles, percibiéndose a modo de latidos. Posibles causas y síntomas[editar]
Consisten generalmente en zumbidos, siseos o campanilleos, y en ocasiones llegan a ser tan fuertes que el paciente es incapaz de oír una conversación normal. Mediante estudios electrofisiológicos y de imagenología se han permitido distinguir dos variantes importantes de tinnitus neurosensorial: el periférico, que va de semanas a meses de evolución, y el central o crónico, de meses o años de evolución.6​ No se limita a un campanilleo, puede percibirse en forma de pitido, zumbido grave o agudo, ronroneo, siseo, ruido blanco, estruendo o cantar de grillos, entre otros sonidos. Puede ser una manifestación de la enfermedad de Wernicke.

El acúfeno está causado por la vibración de los tejidos que rodean al oído o por errores en el sistema auditivo. A veces es atribuible a anomalías vasculares en la cabeza y cuello o a contracciones musculares en los músculos del oído medio o en los que rodean a la mandíbula. Algunos acúfenos se deben a señales generadas, en ausencia de ruidos, en los nervios implicados en el sistema auditivo. Afectan a personas de cualquier edad y, por lo general, suelen ser permanentes (aunque pueden aparecer de forma temporal tras el ruido, por ejemplo, de una explosión). Los acúfenos suelen ir acompañados de sordera, pero también aparecen en personas con una audición normal. En ocasiones son síntoma de la enfermedad de Ménière cuando se acompañan de pérdida de audición y vértigo. También puede presentarse como trastorno neurosensorial (percepción distorsionada de las señales sonoras) en casos de bruxismo o trastornos temporo-mandibulares.7​

Recientemente se ha descubierto que el acúfeno es causado por varias partes del cerebro, y no solo aquellas que se encargan de la audición.8​ También puede ser un efecto adverso por las quinina y quinidina en el tratamiento del paludismo