The Cardinal's Conspiracy (La conspiración del cardenal) [1909]

  • hace 3 años
El rey, padre de la princesa Ángela, ha sido tan poco discreto que ha elegido para ella un marido en la persona de un príncipe de los dominios vecinos, alianza que el rey deseaba ardientemente, ya que significaba alivio en su actual penuria económica. Bueno, es la vieja historia, el arreglo es, por supuesto, desagradable, ya que ella desea trealizar su propia elección, por lo tanto, ni siquiera se digna en mirar al príncipe, y ninguna medida de persuasión o amenaza la inducirá a cambiar su determinación. La situación es sumamente desalentadora para el rey, cuyos asuntos hubieran mejorado enormemente con el compromiso. El cardenal, sin embargo, comprendiendo los caprichos y las debilidades de la mujer, se lanza a un plan para resolver con éxito la cuestión a pesar de la terquedad de la princesa. Induce al príncipe, con la ayuda de su barbero, a que cambie su apariencia facial, aunque apenas fuera necesario, ya que la princesa ni siquiera se ha dignado en mirarle a la cara. Luego se disfraza de guardia y solicita los servicios de tres asesinos para que pueda jugar al héroe de esta manera: mientras la princesa pasea por los jardines, los matones la agarran con la ostensible intención de llevársela, pero el príncipe, disfrazado, se apresura a rescatarla y finge matarlos a todos, convirtiéndose así en un héroe galante a sus ojos. Inmediatamente se enamora del valiente guardia y le permite escoltarla hasta el palacio, donde es apresado y encarcelado de inmediato por presumir de acompañar a su Alteza Real. Y así sigue, cuanto más le prohíben asociarse con su amante héroe, más decidida está, hasta que finalmente se pone el atuendo de una sirvienta para fugarse con su guardia enamorado. Este movimiento es frustrado por el cardenal, quien ha estado observando cuidadosamente el desarrollo de su plan. La princesa recalcitrante, junto con su amante, es llevada ante el rey, donde confiesa desafiante que se casará con su héroe, cuando se desvela la identidad del guardia. Él es un príncipe, pero ella se ha salido con la suya. El tema es, como se puede percibir, de una comedia de clase alta, bellamente interpretada, con un escenario rara vez, si es que alguna vez, igualado.

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