Especialistas en luchar contra los virus en el campo atacan ahora al COVID-19

  • hace 4 años
Llíria (Valencia), 2 may (EFE).- Son especialistas en luchar contra los virus del campo y ahora, ante el cierre de los comercios agrícolas, han suplido las máquinas pulverizadoras que fabrican por otras más eficaces para acabar con otro virus, el SARS-CoV-2, y de las que ya han servido más de 2.500 a la Generalitat y a la UME para la desinfección de espacios públicos.
Con un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afecta a la mitad de la plantilla, los trabajadores de la empresa valenciana Grupo Sanz se dedican a producir mochilas eléctricas con batería de litio, presión constante, mismo tamaño de gota y efecto de nebulización, más eficiente y eficaz para usarlo con productos desinfectantes, bactericidas o aplicaciones con ozono.
La línea dedicada a la pulverización agrícola ha encontrado un camino distinto al de su destino inicial: librar la batalla contra el coronavirus desde la desinfección, una tarea que ahora ocupa el 70 % de la producción de la parte agrícola de esta empresa familiar, ubicada en Llíria (Valencia), que también cuenta con una rama industrial de fabricación de moldes de inyección y otra de plásticos de inyección.
Los agricultores están trabajando pero los comercios de suministros agrícolas están cerrados y esta paralización ha provocado un descenso del canal tradicional de venta de Grupo Sanz que, por el contrario, ha visto crecer las ventas por internet.
De vender entre 8.000 y 10.000 euros mensuales ha pasado a 45.000 euros en lo que llevamos de abril, si bien este crecimiento no compensa las pérdidas del canal tradicional, según ha explicado a EFE el director de Marketing de la empresa, Alfonso Sanz.
La pandemia ha abierto un nicho de mercado a esta compañía que lleva más de treinta años en el mundo agrícola y que en 2019 facturó 12 millones de euros: en el control de plagas, la desinfección y la limpieza, tanto para interior de oficinas, farmacias o viviendas, como en vehículos o zonas exteriores comunes.
Las nuevas mochilas de espalda, más pequeñas, se están vendiendo a fabricantes de productos desinfectantes o bactericidas, y empresas de control de plagas, y ya han comercializado unas 5.000, además de otras 2.500 que han facilitado a la Generalitat y a la UME entre marzo y abril.
La fabricación de estas máquinas representa el 70 % de la producción actual -el 30 % se sigue destinando a máquinas agrícolas-, y en la empresa trabaja el 50 % de la plantilla, unos 40 trabajadores de los 80 con que cuenta.
Grupo Sanz exporta el 60 % de su producción habitual, y ya está recibiendo peticiones de importadoras y distribuidoras de Centroamérica y Sudamérica y el norte de África con las que trabaja para la compra de las mochilas de desinfección.
"Ya tenemos pedidos de Argelia, Marruecos, Egipto, Bolivia, Ecuador y México", ha asegurado Alfonso Sanz.
En el entorno local, Grupo Sanz ha realizado donaciones de máquinas y gafas de protección a los Ayuntamientos de Llíria, L'Eliana y Benaguasil y al hospital de Ll

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