El coronavirus cambia el ritmo de vida en Canarias
  • hace 4 años
El tiempo parece haberse detenido en Lanzarote, donde el confinamiento ha hecho que, a pesar del buen tiempo, sus costas, sus pueblos y sus negocios se hayan quedado en el más absoluto silencio y sin ningún tránsito. Playas tan populares como la de Papagayo, en el sur de la isla y al al amparo del Parque Natural de los Ajaches, o la de Famara, con sus 6.000 metros de extensión, parecen más desérticas que nunca.
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