“Creía que me iba y José Gregorio Hernández me salvó”

  • hace 4 años
José Gregorio Hernández, “Médico de los pobres”, lo que representa un paso adelante en su camino a los altares.

Desde entonces la feligresía esperan su pronta beatificación y, en honor a ello, el sábado 11 de enero la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria, donde reposan los restos del Hernández, se llenó de júbilo con la celebración de una santa misa en homenaje al médico y científico nacido en Isnotú estado Trujillo, la cual contó con la presencia del cardenal Baltazar Porras, Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Caracas.

“Creía que me iba y él me salvó”, Magaly Carrero con lágrimas en sus ojos contaba cómo sintió que su fe se había renovado durante la ceremonia. Ella vive en Lechería, estado Anzoátegui, y acudió al templo ese sábado para pagar una promesa a José Gregorio, luego de recuperarse de una infección pulmonar que la mantuvo con fiebre y en cama por más de 3 meses.

“Tengo un problema pulmonar desde hace 3 años y en mayo sufrí una infección muy fuerte. Pedí mucho a José Gregorio Hernández para que me sanara. Creía que me iba y él me salvó. No esperaba encontrarme a tanta gente, pensé que iba a estar solita en la iglesia. Para mí esto es un milagro. Para mí ya él es un santo”, dijo emocionada.

Durante la misa en la que los feligreses entonaron villancicos, un niño cantaba y bailaba expresando su máxima felicidad y enterneciendo a todos los presentes. Cada cierto tiempo, “Carlitos”, como se identificó, desde el estrado de los sacerdotes alzaba la mirada y se comunicaba con su mamá, quien a través de señas asentía cuando su hijo aplaudía y señalaba algo o a alguien en especial.

Jacqueline Sulbarán, madre de Carlitos, un niño de 11 años con síndrome de down, aseguró que ella mantiene comunicación con el venerable y acude a donde su fe la conduzca.

“Yo soy devota del doctor porque mi hijo tiene siete operaciones, entre ellas, una de corazón abierto, otra para corregir el intestino y ahorita que tuvo leucemia, pero ya. ¡Gracias a Dios! Ya está curado. Él se me presentó en estos días y me dijo que mi hijo estaba sano de la leucemia. Yo voy a donde él me encomiende ir, a mi hijo se lo encomiendo siempre y lo he llevado a Isnotú”.

Durante la homilía, el cardenal Porras expresó su alegría por los avances que ha tenido el proceso de beatificación: “Quisiéramos que fuera más rápido, pero vamos muy bien. José Gregorio Hernández va por buen camino. Ahora viene la reunión del Congreso de Teólogos, la aprobación del Congreso de Cardenales y posterior decreto del Papa y la misa de beatificación”.

En 1986 José Gregorio Hernández fue reconocido ante la Iglesia como “Venerable”: siervo de Dios y luego que el papa Francisco dé su aprobación se convertiría en el primer beato de Venezuela. “Tanto que le dio a Venezuela en su corta vida, sería lo mejor que lo terminaran de beatificar. Se me hizo tarde, pero quería venir a la misa porque yo creo muchísimo en él”, Arlenis Godoy, vecina de la parroquia.

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