Ni perros, ni gatos ni leches: los graciosos de verdad son los niños
  • hace 5 años
Hay una tesis, bastante extendida, según las cual los niños sólo les hacen gracia a sus padres.

Tiene mucho de verdad, pero también es cierto que cuesta no reírse con ellos.

Que un niño sean el gracioso del grupo no es malo, ni mucho menos.

Hay chavales con mucho sentido el humor, muy risueños, espontáneos, capaces de divertir a los demás.

El problema, como en casi todo, son los adultos: los progenitores plasta.

Son una peste.
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