Las presas de los ríos Mississippi y Arkansas han comenzado a desbordarse causando ya importantes inundaciones y obligando a evacuar a miles de personas. Se prevé que la próxima semana el caudal del río Mississippi aumente en 14 metros, lo que pondría en riesgo a muchos hogares. Más de 300 carreteras han quedado cortadas por la crecida del río y otras más se podrían sumar. Según las autoridades competentes, la principal preocupación es la presión que están soportando los diques, que nunca antes han soportado tanta agua durante tanto tiempo. El pasado jueves, Donald Trump ya firmó una declaración de desastre para 16 condados de Arkansas.
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