Los hijos de la mujer asesinada rotos de dolor. Su padre ha matado a su madre y lo ha confesado. Un minuto de silencio muy difícil para todo el pueblo de Santa Perpetua en Barcelona. Ella ecuatoriana de 34 años limpiaba un colegio público. Ayer salía del turno de noche. Francisco la estaba esperando. La asesinó de una puñalada. Luego se presentó en la comisaría. Se separaron en noviembre. Pero Francisco, catalán de 54 años no lo aceptaba. Por eso ella le denunció. Pero se archivó por falta de testigos. Hace tres meses ella volvió a denunciarlo e impusieron una orden de alejamiento. De 500 metros.  Que se amplió a 1000. Era imposible que se cumpliera esa orden de alejamiento. La hermana de la víctima había acogido a Francisco en su casa, por no dejarle en la calle. Vivía a escasos 200 metros de donde ella trabajaba. El juicio pendiente, fechado para abril, nunca se celebrará.
-Redacción-