La crisis de Oriente Próximo crece tras las acciones de EEUU

  • hace 5 años
Once toneladas de explosivos y un radio de impacto de 1,6 km. "La madre de todas las bombas" como se la ha bautizado, la GBU-43 ha sido la última intervención de Estados Unidos en Oriente Próximo. El explosivo destruyó un refugio subterráneo del Estado Islámico en la provincia de Achin, al este de Afganistán; un refugio que utilizaban para refugiarse de los ataques aéreos y para planificar nuevas operaciones.
Hoy las autoridades afganas han confirmado en un comunicado que en el ataque murieron 94 miembros del grupo yihadista, entre ellos 4 cabecillas. Kabul asegura que no ha habido víctimas civiles, sin embargo, la población afgana ve con recelo lo ocurrido, ya que creen que este tipo de acciones forman parte de una guerra de poderes.
El presidente americano, Donald Trump, se apuntó el tanto en seguida, en un periodo en el que ha adoptado un discurso muy belicista. En otro de los escenarios de actuación del presidente Trump, en Siria, miles de personas han sido evacuadas fruto de un acuerdo entre el gobierno y los rebeldes. Con este acuerdo se han evacuado a 8.000 personas de Kefraya y al-Foua, controladas por el gobierno de Al-Assad, a cambio de evacuar a militantes del gobierno sirio de Madaya y Zabadani, controladas por los rebeldes.Este intercambio se suma a varios acuerdos similares de los últimos meses que han supuesto que muchos rebeldes abandonen las zonas sitiadas por el régimen sirio.

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