Cuerpos y fuerzas de seguridad, personal sanitario y ciudadanos, héroes de Barcelona

  • hace 5 años
Ellos no tuvieron miedo. O si lo tenían, lo vencieron para salvar vidas. En medio de tanto dolor, a este agente le quedaba ternura para calmar entre sus brazos a un bebé y a este turista británico, aplomo para permanecer al lado del cuerpo de una víctima. El personal sanitario olvidó sus vacaciones para volcarse con los heridos y muchos taxistas sacaron a los supervivientes de la zona cero.
Los vecinos abrieron sus casas, los restaurantes y las tiendas se convirtieron en refugios. Aunque la policía ordenó cerrarlos por seguridad, en este aguantaron hasta completar el aforo,
Algunos, como este hombre, salieron a la calle para socorrer a los heridos.
Alejandra, empleada en una óptica, alivió la ansiedad de muchos.
Una solidaridad sin límites que afloró también con los atrapados en las carreteras por el colapso de la ciudad tras el atentado.
Gestos de humanidad que no entienden de nacionalidades. Esta tarde las calles de Barcelona serán suyas.

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