Hubo tiros en el pantano de Susqueda
  • hace 5 años
Una ráfaga, un grito de mujer y un último disparo. Es el relato de un testigo los primeros días de la desaparición, un testimonio que ahora es clave. Fundamental porque la autopsia ya ha confirmado que ella tiene un orificio de bala en la cabeza, y él otros muchos en el tórax pero hasta que realicen más mediciones no está claro si son de bala o de arma blanca. En cuanto a los autores esta zona es tranquila pero está muy transitada. Hay tres casas abandonadas, ocupadas por pescadores furtivos del siluro, una especie de contrabando que exportan la mafias del este a China y Rumanía principalmente. Además ese fin de semana en una zona boscosa se celebró una rave, una fiesta ilegal con numerosas personas que duró cuatro días.
-Redacción-
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