Personas con discapacidad y movilidad reducida se han concentrado hoy en 37 ciudades españolas. Denuncian que muchas de ellas viven encerradas en casas sin accesos adecuados, como en una cárcel. Quieren que se modifique la ley de propiedad horizontal. Porque sólo el uno por ciento de las viviendas en España son plenamente accesibles. Esta es la cárcel  a la que se enfrenta Alejandro todos los días. 4 pisos sin ascensor y una silla de ruedas. Lo mismo le pasa a Nuria su cárcel son los más de 40 minutos que tarda en bajar o subir las escaleras. Pero para que sus casas sean accesibles tienen que estar de acuerdo todos los vecinos. Por eso reivindican  el derecho a una vida independiente y digna.
-Redacción-