Han vuelto a casa como héroes. En el puerto esperaban no solo sus familias y amigos, sino vecinos y personas que querían felicitar su comportamiento mientras faenaban por el Mediterráneo. Son el patrón y el resto de tripulantes del 'Nuestra Madre Loreto', el pesquero de Santa Pola que duatne diez días sirvió de refugio a 12 migrantes a los que rescataron del agua cuando se tiraron de la lancha en la que huían de las patrulleras libias, intentando llegar a Europa. Rescatadores, marineros consecuentes con las leyes del mar, las que nunca dejan que alguien se ahogue, que ayudan a las personas por humanidad. Se sintieron solos, abadonados por el Gobierno español y por una Europa que no admitía a los náufragos y que les llevaron al límite de víveres, combustible y atención sanitaria para alguno de ellos. Hasta que su empeño logró ponerlos a salvo en tierras de Malta.
-Redacción-