Esta es la calle de Homs que los civiles sirios tienen que cruzar para escapar del horror. En vehículos, los menos porque la mayoría sale a pié de las ratoneras, cuando de pronto salta por los aires el supuesto alto el fuego acordado para la evacuación. Para escapar de la muerte y el asedio continuo, mujeres cargadas con niños. Hombres con bolsas y ancianos con los puesto avanzan temorosos hasta alcanzar la línea que separa las partes enfrentadas. Llegan los vehículos de Naciones Unidas que amparan la salida. Los civiles buscan su protección y se agolpan para escapar bajo sus banderas, pero también aquí hay disparos. Esta vez sin heridos. Atrás se quedan los que no caminan sin mueltas y en el suelo abandonadas bolsas de enseres y maletas. Hasta 600 civiles han podido huir este fin de semana del infierno de Homs.