Accesos llenos desde primera hora y aficionados esperando más de dos horas. Los chavales están locos por ver a sus ídolos de primer equipo.Dentro ambiente festivo y cámaras y móviles a punto para no perderse detalle.Y  la locura estalla cuando los jugadores saltan al campo. Los más aclamados Messi y Xavi, pero Abidal se ha llevado la ovación más larga del público.Aspecto inmejorable en la grada del miniestadi, con llenazo total y las 15 mil entradas agotados.  Hoy los protagonistas no son solo los jugadores, son los niños y la ilusión de verles de cerca.Algunos hoy no han pegado ojo, pero ha valido la pena y más si han tenido la suerte de llevarse un recuerdo a casa.