Podría ser la mayor remodelación del modelo migratorio estadounidense en décadas. Un acuerdo al que han llegado ocho senadores, cuatro demócratas y cuatro republicanos.El objetivo es legalizar a 11 millones de inmigrantes sin papeles en la tierra de las oportunidades. La nueva ley contempla sanciones a los empresarios que contraten ilegales y endurecerá los controles fronterizos y los visados.La mayoría de los inmigrantes ilegales norteamericanos son hispanos y ven la propuesta con buenos ojos. Pero aquellos que quieran recibir los papeles tendrán que ponerse al día en el pago de impuestos, demostrar un plazo de estancia y estudiar inglés. Es una de las cuentas pendientes del primer mandato de Obama y el presidente, optimista, espera que se haga efectiva durante estos cuatro años. De momento, tiene previsto convertirse en proyecto de ley en marzo y ser votada en el Senado el próximo verano.