Cuenta atrás para la crisis de Chipre

  • hace 5 años
La gestión de la crisis de Chipre está siendo un cúmulo de despropósitos, improvisaciones y políticas erráticas. El cuarto rescate en la Unión Europea, con corralito incluído, ha devuelto la incertidumbre a la zona euro y amenaza con reavivar un incendio que se creía controlado. Las próximas horas son claves. Si la troika y el gobierno chipriota no alcanzan un acuerdo, la economía de la isla se hundirá y se teme un efecto contagio. Mientras miles de trabajadores de la banca chipriota se manifestaban por su puesto de trabajo, el ejecutivo de anastasiades y la troika daban anoche un nuevo traspié en la búsqueda de una salida que evite el colapso. A última hora de la tarde los medios difundían un principio de acuerdo entre las partes sobre el asunto más delicado: el impuesto a los depósistos bancarios. Apenas hora y media más tarde fuentes gubernamentales lo negaban y acusaban al FMI de reventar la negociación con nuevas y más duras exigencias cada media hora. La propuesta consistía en gravar con un 20 por ciento los depósitos de más de 100.000 euros del primer banco del país y con un 4 por ciento los del resto de entidades financieras. El Eurogrupo se reune esta tarde y espera hacerlo con una propuesta satisfactoria de Chipre sobre la mesa que garantice los 7.000 millones de euros que le pide a cambio de activar su rescate de 10.000 millones. Si no la tiene, mañana, el Banco Central Europeo cortará el suministro de dinero a la banca chipriota. De ahí al precipicio.