Todo estaba preparado en la región este de la India desde el viernes para recibir la visita del ciclón Phailin. El temporal tocó tierra en la noche de este sábado, dejando a su paso un reguero de destrucción, pero afortunadamente sus efectos han sido menos devastadores de lo esperado. En la costa de Odisha, los bomberos se afanaban desde primera hora de este domingo para limpiar las carreteras de los restos de los árboles y maleza arrancada por la fuerza del viento. Phailin es la mayor tormenta que golpea el país en 14 años. En esta ocasión, las autoridades han puesto en marcha un plan de evacuación que ha puesto a salvo en refugios a más de medio millón de residentes. Según los medios locales, al menos cinco personas habrían muerto golpeadas por diferentes elementos arrastrados por el viento, sobre todo árboles y postes eléctricos, o bien atrapadas en sus casas por el lodo. Se han desplegado equipos de rescate y helicópteros para evaluar los daños y socorrer en la medida de lo posible a aquellos a los que les haya pillado la tormenta. Según las previsiones, el ciclón Phailin se volverá más virulento en las próximas horas.