Una pianista se enfrenta a una pena de prisión de hasta siete años por ensayar en casa.

  • hace 5 años
Continúa el juicio contra la pianista Laia M, hoy concertista pero hace años una aprendiz de piano que ensayaba en su casa para sacar la carrera de piano. Y durante todos esos años, su vecina, Sonia, dice haber pasado un calvario. Hoy declaraban los policías municipales que acudúian habitualmente a sus llamadas de queja. Todos han coincidido en que, aunque el piano se escuchaba desde el portal el volumen era bastante bajo.Uno de ellos incluso ha declarado que las quejas por el ruido continuaron cuando Laia ya no tenía el piano en casa. Cuando el abogado de Laia le ha preguntado si Sonia seguía quejandose del sonido del piano incluso cuando ya no había piano alguno en la casa de sus vecinos el agente ha declaro que cree recordar que sí, que Sonia seguía escuchando el piano aunque el instrumento ya no estaba.Según el fiscal, sin embargo, las mediciones que se hicieron en casa de Sonia demuestran que las prácticas de Laia superaban los 30 decibelios permitidos y que llegaban a los 44. Pero ninguno de los agentes que hicieron las mediciones sabe si el sonómetro con el que midieron la intensidad del piano a través de las paredes estaba homologado y si estaba bien calibrado. El psicólogo que atendió a Sonia entonces ha declarado que presentaba un trastorno adaptativo que podría ser provocado por el estrés auditivo. Una patología que podría llevarla a escuchar continuamente las melodias de Laia incluso cuando no tocaba, o hasta cuando ya no había piano en la casa.Laia y sus padres se enfrentan a siete años y medio de cárcel. La pianista además si es condenada podría ser inhabilitada para tocar.

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