Las protestas vuelven a las calles de Turquía. Miles de personas se han manifestado en las principales ciudades del país y lo que empezó como una manifestación pacífica, acabó en duros choques con la policía. Para dispersar a los manifestantes, lanzaron chorros de agua y  dispararon balas de goma. La multitud enfurecida desafiaba a los antidisturbios arrojándoles piedras, botellas y quemando mobiliario urbano.Una protesta para denunciar el escándalo de corrupción que ha salpicado al Gobierno. Una crisis que ha puesto al primer ministro Erdogan contra las cuerdas y que él achaca a una conspiración para hundir la economía del país. Para mañana viernes hay convocada una nueva protesta en Estambul en la que seguirán pidiendo no una remodelación, sino la dimisisón de todo el Gobierno.