Este jueves se cumple un año de su desaparición y aún no hay rastro de su paradero, aunque ayer se produjeron las primeras detenciones. El principal sospechoso es un electricista que trabajó en labores de mantenimiento de la catedral de Santiago pero que había sido despedido. Además, la policía ha detenido a su esposa y su hijo como posibles cómplices del hurto del Códice Calixtino.A raíz de la desaparición del libro del siglo XII, considerado la primera guía de viaje del camino compostelano, el deán de la catedral hizo unas enigmáticas declaraciones, asegurando que el responsable no estaba muy lejos, "entre nuestros pies", dijo.Ahora, un año después, los investigadores del caso revelan que en los registros de dos inmuebles propiedad del detenido han hallado varias monedas y otros objetos artísticos procedentes del templo. Y lo más sospechoso: una enorme cantidad de dinero en efectivo. Se dice que un millón de euros, lo que ha desatado las alarmas ante la eventualidad de que el Códice haya sido vendido. El sospechoso no parece dispuesto a colaborar con la policía y junto a los otros dos detenidos tendrán que rendir cuentas ante el juez.