BP sigue estudiando cómo detener el vertido

  • hace 5 años
En Estados Unidos fracasan, uno tras otro, todos los intentos de sellar el pozo de petróleo. La marea negra está a merced de las corrientes y se acerca peligrosamente a las reservas de ostras y gambas en las costas de Misisipi. La desesperación, la impotencia es tal que cada día surgen nuevos métodos, algunos  bastante extravagantes para sellar la fuga. Lo último, taponarla con pelotas de golf. Y como pelotas de golf son algunas estas bolas de petróleo que ya están aquí, en las playas de la Isla de los Delfines; a menos de cinco kilómetros de las costas de Alabama. Estas primeras bolsas recogidas son un pequeño adelanto de lo que puede llegar si no se frena la salida de crudo. Tras fallar la gran campana, se estudia sustituirla por una más pequeña, o tratar de taponar las vías de escape con desechos, como trozos de neumáticos y las ya mencionadas pelotas de golf. Mientras, el tiempo pasa y se cumplen tres semanas del inicio del vertido. Se calcula que 15 millones de litros de fuel ya han ido a parar a las aguas del Golfo de México. Los cheques firmados por British Petroleum sólo palian temporalmente la bancarrota a la que se enfrentan los pescadores de la zona.

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