Los 'Caballos del Vino' galopan por Caravaca de la Cruz

  • hace 5 años
Hace 700 años, cuando Caravaca de la Cruz era tierra fronteriza con el Reino Nazarí de Granada y había sido sitiada por los musulmanes, los templarios rompieron el cerco moro, metieron en el Castillo vino que llevaban escondido en las alforjas de sus caballos, y salvaron al pueblo de morir con el agua envenenada que, según dicen, habían puesto los enemigos en los aljibes. Desde entonces, cada 2 de mayo se celebra en esta ciudad de la comarca murciana del Noroeste ese logro del bando cristiano. En Caravaca de la Cruz, donde la población se multiplica por cinco en la semana de fiestas, empezaron en la Edad Media a engalanar con ricos mantos a sus caballos y a celebrar carreras en la subida al castillo para recordar ese día y dar las gracias por lo que ocurrió. Así, 60 caballos guiados por cuatro corredores cada uno compiten en los 80 metros de la "Cuesta del Castillo" por conseguir, por un lado, ser el más rápido en subir a la explanada y, por otro, en hacerlo con los mejores y más vistosos adornos, siempre de motivos alusivos al medievo. En esta peculiar y vistosa carrera, que transcurre durante escasos segundos, los animales y sus guías, que no pueden dejar de tocar al caballo para no ser eliminados, se van abriendo paso entre la multitud que se agolpa en la estrecha calle, una cuesta empedrada del diez por ciento de desnivel, que se cubre de arena este día para no dañar a los animales.

Recomendada