Mostrando un pañuelo ensangrentado a los medios, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha acusado este viernes a la policía de llevar a cabo un ataque contra la embajada de brasil en Tegucigalpa, utilizando para ello un compuesto tóxico elaborado en Israel. Zelaya que regresó el pasado lunes a Honduras ha pedido a sus seguidores, congregados alrededor de la embajada, que no respondan a los agentes, que guarden una prudente distancia respecto a la seguridad establecida por el gobierno de Micheletti, para evitar altercados y que el diálogo pueda continuar. El gobierno de facto, mientras, niega las acusaciones. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado estos "actos de intimidación" que viene sufriendo la embajada de Brasil, y ha dicho que la prioridad es que la OEA siga liderando las negociaciones para la reinstauración.